Conociendo los glaciares
La Torre de los Baguer, en la localidad serrablesa de Senegüé se ha convertido en un centro de interpretación de los glaciares, único en cuanto a su temática, en Aragón. El Centro de Interpretación de los Glaciares de Senegüé surge como una iniciativa de la Asociación de Vecinos de Senegüé y Sorripas, con el apoyo de instituciones y entidades públicas. Senegüé está situado sobre una de las formas de relieve glaciar mejor conservadas del Pirineo español: la morrena terminal de Senegüé. Esta importante huella del glaciarismo cuaternario justifica la creación de un Centro de Interpretación en este punto del valle del Gállego.
Pero, ¿qué es una morrena? Según la Wikipedia, una morrena o morena es una cordillera o manto de till (material glaciar no estratificado) depositada cerca de un glaciar.
En el Centro de Interpretación se muestran diferentes aspectos generales sobre los glaciares a varias escalas, dedicando una especial atención a los focos todavía existentes en el Pirineo aragonés y a los restos que dejaron en la Ribera de Biescas.
La larga trayectoria de estudios realizados sobre las formas glaciares del valle, junto con las cartografías más recientes y la aplicación de nuevos métodos de datación, han aportado al Centro de Interpretación un alto nivel de conocimiento científico acerca de las etapas frías pleistocenas y la evolución del glaciar del Gállego. La información se organiza en un audiovisual y un conjunto de paneles instalados en la Casa del Maestro, torreón del siglo XVII, situado en el centro de la población.
Pero además en las inmediaciones de Senegüé se han instalado siete mesas de interpretación en cuatro puntos de fácil acceso y con excelentes panorámicas sobre el valle. Estos siete paneles tienen como objetivo complementar la información, así como ayudar a identificar y comprender en el campo los principales elementos del paisaje, especialmente los de origen glaciar.
El Pirineo alojó el foco fundamental del glaciarismo aragonés, con un desarrollo importante de circos, que hoy alojan frecuentemente ibones, y de glaciares de valle fluyentes por muchos de los actuales valles pirenaicos (Echo, Canfranc, Tena, Broto, Pineta, Alto Ésera). De entre estos últimos merecen destacarse, por poseer los vestigios glaciares más interesantes, los altos valles de los ríos Aragón y Gállego, por donde descendieron lenguas de hielo hasta los 930 y 820 m. de altitud respectivamente, y con una longitud aproximada de 25-30 km. A la actividad de estas lenguas corresponden los arcos morrénicos de Castiello de Jaca y Senegüé, así como las morrenas laterales localizadas próximas a dichas poblaciones.