Deleite en la naturaleza
El entorno natural existente en el norte de Aragón es muy rico y lleno de parajes sorprendentes y bellos. Anteriormente hemos hablado de rutas BTT, de la importancia histórica de la región gracias a los monumentos megalíticos, de los Picos del Infierno, etc. Pero aún no nos hemos parado a disfrutar de la propia naturaleza mientras dábamos un paseo. Eso proponemos hoy: la Ruta de las Flores.
Para hacer un deporte relajado, disfrutar de la fotografía, de aficiones como el senderismo o la jardinería… Cámaras, mochilas, guías de plantas, ¡adelante!
Antes de comenzar debemos saber que muchos de los lugares son espacios protegidos y que hay que ir con respeto: no arrojar basura ni dañar el entorno. Recolectar flores no reporta nada. Ni a quién las recoge, que se le marchitan al poco, ni al sistema que le limita su reproducción, ni a las demás personas que disfrutan con su observación en el campo. ¡No las arranques, por favor! ¡Hazles fotos y durarán para siempre!
Os vamos a describir tres puntos de interés que cada uno de ellos constituye en sí una salida. Pueden hacerse juntos o por separado:
En el primero proponemos un paseo por la pista (por el tramo sin asfaltar) que une Lanuza con Panticosa. Encontrarás prados de siega, setos con varias clases de arbustos (es frecuente el pacharán para hacer tu propio licor), bosques de robles (quejigo), de pino silvestre, de abetos, de frondosas. Puedes buscar, así como en la carretera por la que has venido, el espino amarillo (Hippophae rhamnoides) sólo presente en este lugar de toda la Península, una rareza que fija el suelo y que se ha utilizado en jardinería siempre por el bonito color de sus frutos naranjas. Este recorrido también es interesante paisajísticamente pues, poco antes de llegar a Panticosa, hay una fenomenal vista del Valle.
De aquí nos iríamos en coche a Sallent, hacia la carretera vieja a Formigal, y nos desviamos a La Sarra (se puede dejar el coche en la presa y pasear). Ya podemos ver especies de montaña, de roquedo y del límite del bosque con los prados de altura. Hay bosques de abedul, pequeñas turberas con flores propias de trampales, Primula farinosa, Troleos, Eriophorum o algodones, Menyanthes trifoliata o trébol de agua. No será fácil encontrar Drosera (planta carnívora) pues la montaña que está detrás, La Foratata, es eminentemente caliza. Para especies de carácter silíceo os recomendamos la zona del Balneario de Panticosa, donde hay otros grupos de flores que no se ven en las calizas. Si haces el recorrido a finales de primavera, puedes preguntar por una rara y hermosa orquídea, catalogada en Peligro de extinción, que crece por estos lares, se trata del Zapatito de la Dama (Cypripedium calceolus).
La última parada la haremos en la frontera. Comenzaremos a caminar por el lado izquierdo, por detrás de los negocios que hay. Se pueden encontrar muchas flores, todas de montaña o alta montaña, raras, endémicas ¡de todo! Se puede subir a ese puntón montañoso que tienes a tu derecha y terminar en el lado francés para salir a la carretera. Este recorrido tienes que hacerlo especialmente despacio, hay ambientes de agua, regatos y balsas, de roquedo, de umbrías, bocas de antiguas minas, de canchal. Fíjate bien porque, entre las grandes rocas, aparecen algunas de las más flores más raras, de prados, de turberas, incluso rebuscar entre los rododendros pues ahí encontramos la rara orquídea Pseudorchis albida.
Algunas especies interesantes que se pueden encontrar en este recorrido son: Fritillaria, Soldanella, Salix pirenaica, Silene acaulis, Pulsatilla, Androsaces, Dryas octopetala, Lilium pirenaico y numerosas orquídeas. Atención, la vertiente francesa es Parque Nacional, lo que supone algunas limitaciones que debes conocer cómo, por ejemplo, ir con perros, etc.
La primavera es un momento ideal para conocer estos senderos y también para alojarte en algún lugar cercano como Apartamentos Cañardo.
¡A pasear entre flores!